martes, 4 de enero de 2022

El mercado de los libros

 

El mundo de los libros también está determinado en gran parte por las tendencias del mercado y el consumo. A partir de los artículos e informes que analizan el hecho de que en España aparezcan listas de escritores y libros más leídos en el 2021 en los que no son incluidos escritores latinoamericanos, toca pensar que entre las muchas razones existentes para que eso se dé una de las principales es que esta es una forma de instituir, representar e inducir al lector de ese país para que consuma el producto libro nacional.
Por razones obvias no es lo mismo el consumo de aguacates que el consumo de libros, pero para nada la industria editorial tendrá en cuenta, en cuanto a ventas se refiere, el factor estético. Desde hace ya un buen tiempo, el mercado del libro está determinado por la máxima que rige a todo el Mercado; producir para vender. Esta puede ser una de las muchas razones para que los escritores latinoamericanos sean excluidos de las listas de ventas de las revistas y periódicos españoles. Estos medios cuidan los intereses de las editoriales españolas las cuales, como ocurre en muchas otras partes del mundo, seguro están ligadas con ellos por pertenecer a los mismos dueños o por tener intereses económicos comunes. Esta conducta no es nueva y seguirá existiendo así para ello tengan que seguir siendo vistos como excluyentes y mantener el mismo discurso colonial de siempre.
Mas allá de lo que hagan los diarios españoles en favor de sus escritores y su industria nacional del libro, una de las variables que agrava el problema es que en Latinoamérica estamos muy alejados de hacer lo mismo. Acá el colonialismo ha pegado más fuerte y nuestros diarios y libreros lo que menos hacen es promover al escritor nacional ni regional. Por razones que bien pueden encontrarse en esa forma de pensar colonizada de nuestros críticos, editores y libreros en lo que menos se puede pensar por ahora es que los escritores nacionales vayan a desplazar, salvo contadas excepciones, a los escritores de otras latitudes a causa de la idealización que los encargados de la producción y promoción del libro en Latinoamérica tienen por estos últimos sobre todo si son norteamericanos y europeos.
Para aterrizar el asunto en la realidad local, debo decir que en Cartagena, Barranquilla, Montería y Sincelejo (por hablar de ciudades en las que hay librerías y una incipiente, casi vergonzosa, producción de libros) conozco casos de librerías que niega por completo el espacio para los libros de escritores locales. En otras le ceden un espacio en la parte más alejada de la vista del público de la librería para cumplir con el requisito de la "cuota de apoyo a lo local". Y por último dejo la nombradía para aquellas librerías que actúan de una manera mucho más vergonzante; las que incluyen en sus listas de venta solo a los escritores locales que hayan sido reconocidos o distinguidos con algún premio o por pertenecer a la lista de autores de alguna editorial bogotana o internacional.
Es difícil que la inversión de esta fórmula se dé. Pero mientras eso ocurre, si es que alguna vez sucede, los escritores tendrán que seguir romantizando la nefasta idea de que sus congéneres no los entienden y que, mientras se mueren de hambre, escriben para la posteridad.