Los pollitos dicen pío pío cuando tienen hambre, cuando tienen frío. En estos pueblos maltrechos, cuando la gente tiene hambre y frío se queda callada por miedo a la represión, por miedo a las balas. Entonces la ecuación se complejiza. Ya no es solo hambre y frío, sino también miedo. Qué bien que el pollito tenga a la gallina. Nosotros tenemos a la madre patria.
lunes, 18 de noviembre de 2019
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